La indígena

A pesar de que sobre ellos se sustentan nuestros orígenes, la situación actual de los indígenas en México se enmarca en un contexto de pobreza y marginación que los mantiene alejados del desarrollo de nuestro país y les impone la condena der ser pobres entre los más pobres.

Los resultados del más reciente censo poblacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalaron que en México viven 6 millones 695 mil 228 personas mayores de 5 años que hablan alguna lengua indígena. Casi un millón de ellos, no hablan español.

La Secretaría de Desarrollo Rural señala que existen 56 pueblos indígenas en nuestro país, de los cuales 15 de ellos se encuentran en un claro proceso de extinción económica, social y cultural. Además existen 23 pueblos naturales cuyas lenguas están en peligro de desaparecer; en muchos de los casos las nuevas generaciones no quisieron aprender otra lengua mas que el español.

Y es que ser indígena o afrodescendiente en México también significa que hay mayores probabilidades de tener poca o nula educación, no tener acceso a servicios básicos de salud y vivir en familias sin ingresos fijos, según la última encuesta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), relizada con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

Muchas personas se han olvidado de sus costumbres y tradiciones para insertarse en la sociedad actual. Según el INEGI 15.7 millones de personas dijeron ser de origen indígena, mientras que 400 mil hablantes de alguna lengua originaria declararon no sentirse indígenas.

“En México existe una ofensiva de despojo contra los pueblos indígenas como nunca se había dado en la historia del país”. Así lo afirmó José del Val Blanco, director del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC) de la UNAM, en la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas 2012, consideró que, en realidad, poco o nada hay que celebrar, pues la situación en cuanto al avance en derechos civiles de esta comunidad “no ha cambiado ni un ápice” en los últimos años.