La tortilla

El origen de la tortilla se remonta a las antiguas civilizaciones precolombinas de Mesoamérica que usaban el maíz como su alimento base, al igual que en la actualidad.

La tortilla es un elemento importante en la dieta del mexicano porque es fuente de vitaminas, hidratos de carbono y minerales como el fósforo, calcio y potasio.

El Popol Vuh (antiguo libro de los mayas) cuenta que: “Los dioses descendieron del cielo a una cueva, donde Piltzintecutli se acostó con Xochiquétzal; de esa unión nació Tzentéotl, el dios del maíz, quien se metió bajo la tierra y dio a su vez otras semillas; de sus cabellos salió el algodón, de sus dedos el camote y de sus uñas otra clase de maíz. Por esto, dicho dios fue el más querido de todos y le llamaron el **Señor amado**.

El consumo diario de tortillas en México es de aproximadamente 300 millones y aunque hoy día es muy sencillo pedir: “Un kilo por favor”, aún existen lugares donde, elaborar tortillas a mano es la tarea diaria de las mujeres.

La tortilla además de servir como plato y cuchara se encuentra arraigada dentro de la cultura mexicana en diversas formas, tamaños y colores. Las hay blancas, negras, amarillas, verdes, moradas, rojas; para sopitos o para tacos; hechas a mano, hechas con hojas de plátano, hechas con torteadora casera y las elaboradas con maquinaria industrial.