La mamá
Culturalmente la madre es base para la vida del mexicano, porque su identidad nacional a lo largo de su gestación se centra en el matriarcado.
Para encontrar más claramente las concepciones de la mujer en la idiosincrasia de nuestro país, uno de los factores de reflexión es la lengua oral y escrita, a través de las acepciones especificas de la palabra chingada y de la palabra madre.
Octavio Paz, desentraña a la madre “chingada”:
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la Madre. No una Madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la “sufrida madre mexicana” que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre.
Inevitablemente la devoción hacia la maternidad viene entonces acompañada por el sufrimiento de las mujeres. El mensaje cultural es claro, el sexo femenino debe de sufrir para ser objeto de culto, no son ellas las que se respetan y veneran en sí, sino lo que tienen que soportar, lo que tienen que sufrir, las lágrimas que tienen que derramar, el papel pasivo y callado que juegan en la familia y en la sociedad.
Madre es una de las palabras más usadas en nuestra lengua, y vale la pena señalarlo, a diferencia de chingada, es más usada con una significación positiva.Todos los mexicanos la utilizan, por lo menos, una vez cada día. Esto debido a la versatilidad de la palabra, que puede ser sustantivo, verbo o adverbio.
Decir madre en México es equiparable a atribuir aquellas características que describen a la mujer perfecta: su mundo gira en torno a los hijos, abnegada, disimulada y fingida, pasiva, buena, religiosa, tradicionalista, víctima y misericordiosa.
Esta palabra da además un valor agregado a los discursos: “a toda madre” (que es muy bueno), “¡en la madre!” (con admiración), “madral” (que es mucho) y “chingamadral” (abundancia desmedida).
Sin embargo, la lingüística popular de la misma manera le ha dado significaciones peyorativas. Al ser la madre lo más preciado en la cultura mexicana, despreciar la madre del enemigo es el insulto más grande.
“¡Puta madre!”, que exasperación, enojo, o desesperación, “¡Qué poca madre!”, expresión mezcla entre indignación y enfado, y así una gran cantidad como: refrescar la madre, valer madre, romper la madre a alguien, y la mayor injuria en la cultura mexicana: “chinga tu madre”.
El “Chinga tu madre” es probablemente la expresión más usada y además del deseo y carga negativa que lleva la expresión, significa joderse a alguien que, en este caso, es a la figura más sagrada dentro de la cultura mexicana: la madre.
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